Consulta preconcepcional  ¿Quién? ¿Cuándo?

Cuando una mujer piensa quedarse embarazada, puede acudir previamente al médico a lo que llamamos consulta preconcepcional. Esto no es muy frecuente en España donde muchos embarazos, alrededor de la mitad, no son planificados y cuando lo son la mujer no suele acudir a su ginecólogo o médico de atención primaria para identificar factores de riesgo que puedan modificarse para mejorar la salud de la madre y el niño. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia recomienda realizar la visita preconcepcional en el año previo al embarazo previsto.

¿Quién puede beneficiarse más de la consulta preconcepcional?
  • mujeres que padecen enfermedades crónicas como diabetes, epilepsia, hipotiroidismo, asma o hipertensión arterial. En estos casos es necesario revisar los tratamientos y evaluar los posibles riesgos del embarazo.
  • mujeres que han tenido problemas en embarazos anteriores, como parto pretérmino, abortos de repetición o muerte fetal. Si hay cesáreas previas se recomienda esperar al menos 18 meses hasta el siguiente parto.
  • parejas con antecedentes personales o familiares de enfermedad genética.
  • mujeres que no conozcan su estado vacunal. Hay enfermedades como la rubeola que si se padecen en el primer trimestre o al final del embarazo pueden ser muy peligrosas para el feto, por ello es necesario que la mujer se vacune si no lo está ya y evite el embarazo en los tres meses posteriores. Se recomienda el screening de otras enfermedades infecciosas como infección por citomegalovirus, VIH, hepatitis C o hepatitis B. En esta consulta se aconseja también como evitar la toxoplasmosis, otra enfermedad que puede afectar gravemente al bebé.
  • mujeres con sobrepeso o excesivamente delgadas.
  • mujeres que consumen alcohol, tabaco o drogas. Es necesario abandonar estos hábitos e iniciar intervenciones de deshabituación.
  • como es lógico en la consulta preconcepcional se recomiendan hábitos saludables por todos conocidos, como una dieta sana y realizar ejercicio moderado, pero además el consumo de sal yodada y otros suplementos como el ácido fólico desde al menos uno o dos meses previos al embarazo.

Aquí os dejo un artículo publicado por un equipo de atención primaria que habla sobre este tema.

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